Existe cierta creencia general de que cuanto más visible sea tu coche, más barato será tu póliza, pero el precio del seguro depende de múltiples factores, y no todas las compañías establecen los mismos criterios.
Aunque hay prestaciones mucho más importantes, como la potencia, el consumo, los extras o las garantías del fabricante, la estética del coche sí importa. De hecho, el diseño interior y exterior, así como el color del vehículo, son dos factores fundamentales que también nos ayudan a decidirnos por un modelo u otro.
Actualmente, a pesar de los colores estrella que los fabricantes presentan con cada nuevo modelo o cada temporada, el blanco sigue siendo el color ganador en lo que a coches se refiere. Según un estudio realizado por uno de los mayores productores a nivel mundial de pinturas para coches, PPG, el blanco ha sido el color más vendido en todo el planeta durante el último lustro. En España este color también encabeza la lista de los más deseados, seguido por el gris. Los motivos: suele estar siempre disponible, sin plazos de espera; es un color neutro, del que no te sueles cansar; y, además, abarata el precio de venta final del vehículo, al no cargar con el sobreprecio de la pintura metalizada.
¿Es más caro el seguro de un coche si es de color rojo?
Aunque, como hemos visto, la elección del color depende de los gustos del comprador y de las tendencias del momento, existe cierta creencia general de que el color de nuestro automóvil también influye en el precio del seguro de coche. Esta leyenda se basa en que los coches de colores claros, como el blanco, el color crema o el amarillo, tienen mayor visibilidad en carretera y, por lo tanto, reducen el riesgo de sufrir un siniestro. Y, en el mundo de los seguros de coche una reducción de riesgo es igual a una reducción de la prima de la póliza.
Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? En realidad, casi nada. Que el coche sea blanco o negro solo influye en la visibilidad en carretera, no en el abaratamiento del precio final de la póliza. Por lo menos no para la mayoría de las compañías aseguradoras, según señala el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), en su web. Sin embargo, esto no significa que no haya compañías que no tengan en cuenta el color de un automóvil a la hora de elaborar sus estadísticas o establecer sus criterios propios.
No obstante, por regla general, el precio del seguro de coche solo dependerá de las características del vehículo (tipo de motor, potencia…), la zona donde circule y del historial de siniestralidad del conductor asegurado, de su edad, así como de la antigüedad de su permiso de conducir y los puntos que mantiene, y no tanto de la tonalidad de la carrocería.
El precio es un factor determinante a la hora de escoger una u otra póliza, pero además del precio, es conveniente revisar coberturas y realizar una comparativa de seguros de coche, porque no siempre el seguro más barato es sinónimo de pérdida de prestaciones, y viceversa.